Navidad 2005

Por fin llegó la navidad, una de las tradiciones de más arraigo entre nosotros, o más bien debo decir en Alex y su familia pero sobretodo en ella por el amor que ella misma le imprime.

Como es costumbre, ella se encargó de toda la logística que implicaba tener el pesebre y el árbol listos al comenzar Diciembre. Lourdes, la profesora de Sarita le dió una mano tremenda y durante toda una tarde de sábado lograron armar todo. Les quedó muy bonito.

Por esta época del año, Bogotá cambia de cara. Ya hemos visto algunos centros comerciales, hoteles, casas y calles que están muy bien adornados. Cada año vemos cómo se sofistica más la puesta en escena en todas partes. Estuve en Medellín la semana anterior y tambien allá los paisas botaron la casa por la ventana. (Sería rico pasar unos días por allá en este fin de año) Parecemos todo un país desarrollado. Cualquier extranjero que nos visitara por esta época jamás creería que estamos bastante lejos de serlo.

Para unos la navidad es una época común y corriente y para otros es el momento de unión de la familia alrededor de una tradición importante. Yo en particular durante varias décadas me consideré entre los primeros y ahora estoy en franca transición hacia los segundos, aunque no del todo converso. Debe ser otro efecto más de la paternidad.

En la foto aparece Sarita posando el día de las velitas. Ese día la mamá le prendió velas de colores. Una por cada familiar o amigo y su respectivo deseo. También le leyó por ochentaycincoava vez el cuento de Pinocho y Sarita escuchó con tanta atención como si fuera la primera vez. Concentradísima! Luego, Alex violando toda la legislación Colombiana le encendió unas chispitas mariposa que fácilmente podrían tener 10 años guardadas a las que Sara no les paró casi bolas. Es que de las chispitas a los fuegos artificiales que nos regalan nuestros vecinos de Cafam Floresta el camino es bien largo. Las chispitas en realidad no generaron mucho rating. Eso es como comparar Los Recochan Boys con Los Reyes. Nada que ver. Quiero decir, ambos muy buenos, pero cada uno en su respectiva generación. Si me explico Adelita?

Ahora, uds se preguntarán yo qué estaba haciendo en todo este trance. Pues les confieso que no mucho. Casi nada. En realidad nada. Qué tal el descarado? Bueno pero alguien tenía que tomar las fotos y cuidar a Estebitan, no? Además, ya les dije que aún no soy un converso y por otra parte me estoy reservando para poner en marcha la otra tradición milenaria que se practica en esta familia: preparar los pandeyucas del 24.

Bueno, por ahora me despido no sin antes advertirles desde ya que pronto estaré publicando mi lista de regalos por este mismo medio. Es que para esa parte sí que me tengo bastante confianza. Y uds se preguntarán, qué pasa con las listas de Alex, Sara y Esteban? Pues nada. Esos perezosos, sobretodo el Esteban y la Sara no han querido entrar a Internet a generar su propio "Wish List" en Amazon. Quién los manda? Allá ellos.