sábado, septiembre 10, 2005

Enseñar a gastar y ahorrar

Eso es posible con paciencia y estrategias de acuerdo con la edad. Aquí están algunos consejos.
Cuando Sebastián (9 años) le rogó a su mamá que le comprara unas Total 90 (las zapatillas de moda que todos sus compañeros querían tener), ella no pensó en sus notas; le propuso un desafío: si él lograba reunir la mitad de la plata, ella aportaría el resto.

Aunque en rigor todo el dinero iba a salir de su bolsillo, Andrea Cornejo sabía que apostaba a una inversión rentable. Incentivándolo a ahorrar parte de la mesada, su hijo sería dueño de algo intangible, pero fundamental en su futuro: buenos hábitos en el manejo del dinero.

"En los países desarrollados la capacidad de ahorro es un valor, y esa habilidad para no despilfarrar hay que incorporarla desde pequeños", comenta Oriana Valverde, presidenta de la Asociación de Psicólogos Infanto Juveniles.

"Si le dices a un niño chico que no tienes plata, quizás te conteste que vayas al banco y pidas más; entonces, hay que hacer todo un trabajo para que comprenda que no es tan fácil como se ve, que el dinero no viene envuelto en una tarjeta de crédito ni se saca libremente de los cajeros automáticos", ejemplifica la psicóloga Cornejo.

En ese sentido, la asignación de una cantidad de dinero para que ellos utilicen a su antojo es un excelente modo de que tomen conciencia del valor de las cosas y de que a futuro se conviertan en consumidores responsables.

"La cultura light y los medios han generado precozmente más necesidades de las que un niño tiene, y es importante que él aprenda a identificar qué información le sirve y cuál no", comenta Valverde.

No plata a los pequeños
Como lo importante es que el aprendizaje sea progresivo, el asesor de finanzas Francisco Montaner propone un método, que le ha funcionado con sus hijos. "Soy de la teoría de que primero se les debe dar una plata semanal para que la gasten en lo que les parezca; después les entregas una mensual, más difícil de administrar, pero que los obliga a planificar sus gastos. Ya más grandes, la mesada puede ser con adelantos, cosa de que tengan noción de lo que es endeudarse", plantea.

Pese a que muchos papás están conscientes de los beneficios de este sistema, la mayoría tiene dudas respecto de cuál es la mejor edad para comenzar a darles dinero.

La respuesta de los especialistas es unánime: Los niños muy chicos confunden realidad con fantasía y no dominan los conceptos matemáticos, por lo que no es aconsejable pedirles que se hagan cargo de algo tan abstracto. Primero es necesario que por lo menos manejen la suma y la resta, y que sepan leer.

Si tienen menos de 8 años, lo ideal es buscar métodos alternativos y lúdicos que fomenten el ahorro, la solidaridad y la honradez, pero que les permita a los niños explorar el valor del dinero.
En esa tarea, el ejemplo de los adultos es definitivo. En la casa debe hablárseles del trabajo y estar al día con las cuentas.

EL MERCURIO (CHILE)

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